Mis inicios en Warhammer

Mis inicios comenzaron en unas vacaciones en Cartagena. Entré en una tienda de modalismo y me encontré con la figura del Rey Brujo en Dragón Negro de los Elfos Oscuros.

Le pregunté al dependiente de la tienda que era "Warhammer" y me explicó que era un juego de miniaturas. Ese día me compre mi primera miniatura, un caballero gélido, y al día siguiente mi primera caja de regimiento de 16 lanceros.

Pronto mis amigos se fijaron, decidieron unirse al juego y comprar miniaturas y pinturas (ya que antes pintábamos con "la pajarita"). Empezamos a pintar y a jugar con nuestras propias reglas, ya que no teníamos ni idea.

A los Elfos se les unieron muy pronto Orcos y Goblins, Altos Elfos y Reyes Funerarios. Mi ejército poco a poco crecía y un buen día de reyes me encontré como regalo al Rey Brujo.

A mi amigo le regalaron la caja de reglamento, y por fin comenzamos a jugar partidas serias. Pero, por desgracia, mis elfos siempre sucumbían ante los ejércitos enemigos por mi falta de experiencia y mis horribles tiradas de dados.

Decidí entonces hacerme un segundo ejercito. En un principio tenía pensado elegir a los pieles verdes pero entró en escena la reedición de un ejército hace tiempo olvidado: Hombres Lagarto. Me gustaban mucho por varias razones: eran fuertes y me encantan los dinosaurios, además del mundo Azteca y Maya en el que se basan. Por otro lado, figuras como el MagoSacerdote Slann y el Viejaestirpe en Carnosaurio son geniales.

Pero su coste en puntos los hacían poco jugables, y después de alguna victoria y varias derrotas dejé de jugar y me dediqué a la pintura.

Hace un par de años probé la 7ª edición y no me convenció demasiado, pero en el día de ayer probamos por primera vez la 8ª edición, donde todo ha cambiado y se ha vuelto muy diferente: ventajoso para algunos, y muy fastidioso para otros.

Y esta es mi historia por el mundo de Warhammer Fantasy a lo largo de 8 años.

Un saludo a todos.